¿Que pasa en Corrientes?
Compas,
tal vez nos equivocamos con lo personal y sentimental de ésta carta,
pero allá va. Quizás deberíamos profundizar que pasa con la
industria forestal que ya convirtió a Corrientes
en la provincia más “pinera” con más de 300 mil hectáreas de
monocultivo forestal en manos en su mayoría de empresas extranjeras.
Pero bueno en la UAC estarán los compas del Grupo Mabareté de
Chavarría,
del Grupo Ysyry de San
Miguel y
seguro otros compas contando que implica el monocultivo forestal en
sus territorios.
Tantos
pinos no son solo para cobrar los fabulosos subsidios estatales sino
que está en vista transformarlos en una Pastera, que hasta ahora la
lucha de los compas Entrerrianos frenó en todo el Litoral, pero
para detallar están tratando de hacer unos pesos y llegar a la UAC
Corrientes
de Ituzaingo
los compañeros que hasta ahora atajan los amagues de instalarla allí
que hace el Gobierno Provincial.
De
lo que se habla poco es de la megarepresa Binacional Garabí,
que es necesidad de Brasil
y compromiso de Argentina
hacerla, y no tuvimos confirmación aun de compañeros de Misiones
que vendrán a la UAC, que son los que más están luchando contra la
represa, pero sí estarán los compas de la Asamblea de Santo
Tomé
que también están en esa lucha.
Por
otra parte el deseo de explorar petroleo y gas en ésta tierra de
humedales es una locura ya habilitada por decreto del gobernador.
Nuevamente los compas Entrerrianos nos muestran el camino con toda
la información que tienen y es mucho lo que tendremos que
profundizar sobre ese tema.
Por
lejos Yahaveré
y Lavalle
son nuestros pueblos hoy más sufridos. Porqué el terraplén de 24km
que hizo el gerente de los Laboratorio Roemmers en el territorio de
la Comunidad Indígena Yahaveré
(Reserva Iberá),
si bien tiene sentencia de demolición
ratificada por la Corte Suprema Nacional desde el 2009,
hasta ahora el Jefe del Partido Radical (Sergio
Flinta)
logró que no se cumpla con la justicia. Así se está
profundizando la perdida del territorio y el impacto ambiental y
social por el efecto dique que les provoca a los pobladores.
En
Lavalle
pese a los esfuerzo de las familias del Paraje
Puerto
Viejo y
de todos, solo las fuertes tormentas de este lluvioso Otoño evitaron
una tercer temporada de muertes por fumigaciones. Pero más que la
naturaleza nada evita (por ahora) que quienes se cobraron la vida de
Nico
y Kili
y dañaron de por vida de Celeste, aun sigan fumigando sus tomates.
De mínima (y no es poco) las familias de Lavalle
no se quedaron en víctimas, se organizaron y son luchadores por la
vida, podrán conocerlos en la UAC.
Para
ejemplificar el acaparamiento bestial de tierras va adjunto un
mapita, que pueden circular, solo estaría bueno citar que es una
producción colectiva de los compas de “Guardianes del Iberá”.
Verán que hay una clara distribución de acaparamiento de tierras
(casi toda extranjera) en las altas cuencas de los Ríos, es decir en
los distintos Esteros que son nuestras fabricas de agua en la
llanura, como lo son los glaciares en las cumbres de las montañas.
Pero para hablar de todo esto, está propuesto un taller especifico
en la UAC.
Por
último, hasta aquí, no podemos dejar de mencionar que la mal ávida
ley de Bosques de Corrientes
cuyo texto fue impuesto por José Aranda (Vice del Grupo Clarín)
lejos de resguardar los bosques, habilitó el desmonte de los último
que queda del espinal correntino. Y que el avance forestal en los
pastizales del Aguapey está llevando a la extinción al ya de por sí
complicado Venado de las Pampas (a pesar de que es Monumento
Provincial), además de varias especies de aves. Creemos en la vida
con toda la biodiversidad así que tratamos de darle voz humana a los
seres que no la tienen.
Pero
más allá de este punteo de luchas y resistencias, queremos,
necesitamos contarles los que nos pasa y como llegamos hasta acá:
Todos
los compañeros que están en lucha en algún lugar saben que no hay
una sola dirección de origen de los procesos de resistencia y más
allá de las organizaciones y las personas, lo que hay es una
amalgama de experiencias colectivas que van y vienen.
Para
no ir tan lejos en la historia algunos recordarán el Correntinazo
del 1999, la toma del puente, las asambleas de la “Plaza de la
Dignidad”, la represión del Gobierno de De la Rua y la
Intervención federal que dejaron como herederos hasta la fecha, un
gobierno de restauración conservadora en Corrientes.
Definitivamente
esa experiencia fue parte (como las de otras provincias) de la
antesala de lo que pasó en el 2001, aquel parto de explosión de
asambleas del cual somos hijos e hijas.
Sin
importar los nombres y las edades, todos los que luchamos en
Corrientes
somos hijos e hijas de esa experiencia colectiva.
Más
para acá en años, desde fuera de la provincia quizás oyeron de las
luchas contra la extranjerización de la tierra, se empezó a hablar
del acuífero guaraní, del Iberá,
de Tompkins y del Paraje
Yahaveré.
De allí salieron cosas muy positivas como reformas super importantes
de la Constitución Provincial hablando de los bienes comunes,
nombrando al Iberá
como recurso estratégico, y las aguas como potestad de la Provincia.
Pero
también hubo un rejunte poco alentador, y sí, aveces el
nacionalismo da para cualquier cosa, es sabido y no es nuevo.
Tal
vez con la misma voluntad que tenemos de transformar la realidad que
nos oprime muchas veces creemos que podemos transforman a los que no
son de nuestro lado y traerlos más cerca “pa´
estos lados”.
Y
así que en los procesos de luchas, muchos compañeros de años de
trayectoria creyeron que un grupo de arroceros levantando la bandera
de la soberanía del Iberá
contra Tompkins estaban de estos lados.
Pero
su bandera era una frazada corta, de soberanía entendida al modo
liberal del que es propietario de la tierra y de los medios de
producción, un “todos” muy chiquito para las mayoría. Por lo
tanto no fue de extrañar que entre arroceros se entendieran y
cerraran filas apoyando al proyecto igualmente extranjero de represar
el Ayuí
o que sus broncas fueran contra el “gringo ecologista” pero no
contra los “gringos plantadores de pinos” o los “gringos
arroceros”.
Las
luchas protagonizadas por la “Fundación Iberá Patrimonio de los
Correntinos” quedó enmarcadas así en la más clara y absoluta
posición de clase, de quien lucha solo por sus intereses ante un
capitalista mayor que no les propone ninguna asociación.
Pero
las miradas románticas y los intentos de unir el agua con el aceite
no fueron exclusivos de ese proceso. Y aquí ya entramos nosotros
como Organización a contar un poco de nuestros aciertos y errores
más cercanos.
Cuando
el péndulo dejó a los “Patrimonio” y toda su base social (clase
media y alta de medianos a grandes propietarios de tierras y
profesionales del campo agro-ganadero), del lado de proyectos tan
corporativos como Ayuí
y aun en la fiebre de la victoria de haber doblegado y frenado al
mayor proyecto arrocero del Mercosur impulsado por nada más y nada
menos que por uno de los 30 hombres más ricos del Planeta (George
Soros) y José Aranda Vicepresidente de una de las corporaciones
más poderosas del país (el Grupo Clarín), nos miramos para ver
quienes estaban en la vereda festejando con nosotros.
Vimos
en nuestra vereda (y sabíamos que así sucedería) al Kirchnerismo
local y fugazmente al nacional festejando la derrota al Grupo Clarín
y golpeándose el pecho de la defensa del ambiente. Era obvio, lo
supimos desde un principio y decidimos correr el riesgo de que
capitalizaran políticamente la lucha por el Ayuí,
como de hecho ocurrió.
Nosotros
no encontramos la formula que diga como incidir en decisiones del
Estado sin que el partido gobernante las tome y capitalice como
propias, entonces ante ello afirmamos lo que somos y donde estamos.
Allí
fue como más allá de las distancias, de los pocos recursos y todas
las dificultades que pueda haber, decidimos que era prioridad
encontrarnos con los compañeros en lucha de todo el país y que el
espacio de pertenencia para hacerlo era la UAC.
El
porqué sin repetir todo lo positivo que expresa la UAC
es muy sencillo; es una forma de salir de la utilización partidaria
de luchas más profundas, de la utilización de la causa ambiental,
inclusive por grupos de poder en sus pujas internas de ricos contra
ricos.
Reafirmamos
nuestra independencia en donde estamos y con lo que somos.
Allí no importan las distancias ni la cantidad, un compañero
nuestro en Mendoza o San Juan expresa nuestra solidaridad real y
nuestro compromiso ético y moral con compañeros que luchan contra
el extractivismo minero y si bien respetamos y no somos ni seremos
macartistas con compañeros que a la vez militan en partidos
políticos de variados signos políticos, nuestra
construcción colectiva de pertenencia es en y hacia la asamblea
soberana libre y autónoma.
No
es fácil compañeros, lo saben bien ustedes en cada una de sus
localidades y lo sabemos aquí nosotros, caminamos con la humildad de
reconocer que no conocemos todo el camino, aunque si tenemos la
convicción de a donde nos gustaría llegar, y creemos que para ello
debemos caminar y hacerlo aveces al paso del más lento, para ir
todos juntos.
En
ese sentido la oportuna carta de posición de la Asamblea por el Agua
de Mendoza ante los cacerolazos anti K, “Que
tu bronca no te siegue”,
fue una bocanada de aire puro, orientándonos y a través de la cual
reafirmamos que es con los compas de la UAC
donde queremos estar.
Pero
la independencia política igualmente no ha sido el mayor de nuestros
problemas.
De
la misma vereda, en la alegría por NUESTRAS
batallas ganadas; el freno de la expansión de la frontera arrocera
en Iberá,
el no recorte de la Reserva, la cancelación del Proyecto Arrocero
Ayuí,
entre otros, encontramos el apoyo entusiasta de Douglas Tompkins.
Un
gringo que compró 150 mil hectáreas en los Esteros del Iberá
con el proyecto de restaurar el ambiente, completar la grilla de
todas la especies extintas localmente, construir accesos públicos y
campings para todas y todos y una vez finalizada la inversión,
regalarlo al Estado para que sea un bien público a través de un
gran Parque Nacional. En el camino, de paso y como si lo anterior
fuera poco, apoyar a las comunidades locales y a las ONGs
ambientalistas para frenar el extractivismo arrocero y forestal y la
construcción de obras que endican y drenan los esteros como
terraplenes y canales.
¿Quien
podría oponerse a tamaña propuesta de un paladín de la justicia
que tal como el superheroe Batman decide disponer de toda su fortuna
para hacer el bien en estas tierras del fin del mundo tan saqueada?
Y es que era tan bueno el discurso (y la acción) que quienes
instintivamente se oponían al acaparamiento de tierras
extranjerizante, esbozaron las más ilustres teorías para
rechazarlo; “que es por el agua”, que era “para una futura
colonia Judia”, que es “para una base norteamericana”, etc.
Pero
si esto no era cierto, ¿a cambio de que era tanta bondad? Y es que
el capitalismo es inherente a que haya un intercambio, y para que sea
posible hay “cosas” que deben ser bienes intercambiables. Y
Tompkins y sus empresas nunca dejaron de ser y actuar como
capitalistas.
Para
compañeros desocupados de Mercedes
o Itatí
conseguir trabajo en las arroceras de George Soros es a cambio de su
exposición a agrotóxicos y de que éste (entre otras cosas)
controle las altas cuencas del Río
Miriñay,
el Arroyo
Ayuí
o el Río
Riachuelo.
Para
los comerciantes de Mercedes
la inyección de dinero en la localidad a través la construcción de
la Represa Ayuí,
era a cambio de la inundación de las selvas ribereñas y del
desmonte de 400 mil hectáreas de los últimos bosques nativos de la
Provincia.
En
el caso de las forestaciones y las tomateras es tan expoliante el
sistema extractivista que casi no hay nada a cambio, acaso unos pocos
puestos de trabajo precario y mal pago en las forestaciones de pino,
a cambio de cientos de miles de hectáreas transformadas en la nada
absoluta, que son las plantaciones. Ni que hablar del trabajo
infantil, esclavo o cuanto mejor, muy precarizado de las tomateras, a
cambio de la contaminación, las enfermedades crónicas y la
mismísima muerte de ñinos en Lavalle.
Es
así que en el sistema de cambio de Corrientes,
donde Tompkins aparece como el que más da a cambio, porque siguiendo
la comparación con Batman, ser un superhéroe paladín de la
justicia no implica renunciar a ser un buen capitalista.
Tompkins
construyó hosterías, refaccionó estancias con viviendas optimas
para sus trabajadores, construyó y donó un camping al municipio de
Pellegrini, dio acceso abierto y gratuito a todos sus campos,
organizó fiestas populares donde se comió y bailó muy bien, donó
seccionales de guardaparques a la provincia, apoyó con logística y
recursos la lucha de los pobladores de Yahaveré contra el terraplén
que les construyeron en sus tierras y la lucha contra las arroceras
que fumigaban Colonia Carlos Pellegrini, etc.
Pero
nuevamente ¿a cambio de que?
Más
allá de las diversas teorías de la finalidad real, la que no
conocemos (tal vez nunca nadie lo haga), podemos responder lo que
hemos vivido y conocido;
A
cambio de que el Iberá quede vacío de pobladores del Estero, cuyo
único lugar está reservado para ser guardaparques o guías
turísticos, pero no pobladores ancestrales viviendo de,
en
y con
SU
territorio, el Estero.
A
cambio de que la decisión sobre las obras de señalamiento, las
obras de acceso, la catelería y los puentes, es decir toda la
infraestructura para el turismo, sea decisión suya inobjetable.
Decidiendo solo él y nadie más, lo que se hace, cómo y donde.
A
cambio de llevar adelante su proyecto de conservación estricta sin
ningún marco de participación ciudadana de los pueblos, parajes y
ciudades de la cuenca del Iberá.
A
cambio de que no se sepa y no se cuestionen los años de
consolidación del modelo forestal (vía monocultivo de pinos) que
implantó en Iberá a través de la empresa EVASA.
A
cambio de que las luchas que apoyará sean SU capital político para
negociar a puertas cerras con el Gobierno Provincial la habilitación
de sus proyectos.
En
definitiva a cambio de gobernar el Iberá.
Y
hasta allí llegamos, y allí se trazan las líneas divisorias.
Lamentablemente
para muchos compañeros es más cómodo sostener el mito de un Batman
ecologista y relativizar que esto sea así, o buscarle la vuelta para
justificar que el monocultivo forestal implantado en la lomada de la
ruta 22 entre Chavarría y Concepción por la empresa EVASA en la
manos de Tompkins entre 2002 y 2007, no es tán malo como los otros
monocultivos forestales, o cerrar filas como una cuestión de fe
afirmando que si en otras partes hizo cosas buenas “aquí también
las hará”.
Además
para algunos, “esos” que viven en el estero y se organizaron y
levantaron con orgullo su origen guaraní como Comunidad
Indígena Yahaveré,
son pobres manipulados.
No
son el poblador del Estero que pasea turistas sin chistar o se pone
el uniforme de guardaparque feliz de su ascenso social y que con sus
leyendas, historias de vida y dulce idioma guaraní entretiene a los
rentables turistas.
No,
el poblador de Iberá organizado es sucio, feo, malo, político y
manipulado. Lejos en el tiempo quedaron los apoyos a esos mismos
pobladores contra el atropello del terraplén, luego de que esa misma
lucha fue negociada ante la provincia por Tompkins para mantener y
ampliar la habilitación estatal a sus proyectos de re-introducción
de especies.
Lejos
de los discursos, de los muy bonitos discursos quedan las evidencias,
y las decisiones que se toman entorno a ellas ejemplifican de que
lado se está. Buena parte de los empleados de Tompkins han salido a
denostar a la Comunidad
Indígena Yahaveré. A
apretar en sus lugares de trabajo a compañeros que los apoyan, a
intentar que el INAI no reconozca a la Comunidad, a cerrar tranqueras
de acceso a Yahaveré en los campos y acorralar a los pobladores en
su territorio de uso.
Ante
esto no hay dobles interpretaciones, Tompkins se presenta como
ambientalista y ataca a quien no esté de acuerdo con su proyecto o
represente un estorbo para su concreción, como cualquier empresa,
pero ante la resistencia de las poblaciones se defiende como un grupo
ecologista...
¿Cual
es hoy el terreno de nuestra lucha ante la claridad que implica
rechazar desde las bases desde nosotros mismos las fumigaciones, los
terraplenes, el acaparamiento de tierras, el extractivismo forestal y
arrocero?
Está en la legitimidad de lo que somos, compañeros.
En
este punto todos se dan la mano contra los pueblos,
sea Tompkins y sus proyectos concervacionistas, turísticos o
forestales. Sea George Soros y su proyecto arrocero o de lucha contra
la discriminación educativa, o sea José Aranda y su proyecto
agro-ganadero y de libertad de prensa....
Nosotros
podemos estar muy de acuerdo con la conservación, la libertad de
prensa y la igualdad educativa, pero no somos millonarios que saquean
territorios y luego ordenan la vida de las comunidades a sus gustos y
necesidades a través de la filantropía o los medios de
comunicación. !Somos
las comunidades que los resisten!
Ganadas
las batallas culturales de que no está bueno que nos maten pibes con
las fumigaciones, que no es positivo que Clarín y Soros nos
represen los ríos, que Harvad nos llene de pinos por todos lados,
que Tompkins manejé el Iberá
a gusto y antojo, que no se respete el territorio y forma de vida de
los pobladores del Iberá,
etc, lo único que les queda a quienes nos quieren imponer el saqueo,
la contaminación y el control de nuestros territorios, es
que nosotros no seamos nosotros.
Que
los pobladores del Iberá
no sean Comunidad Indígena auto-organizada, que nuestros compañeros
profesionales no tengan objetividad y rigurosidad científica, que
nuestros compañeros trabajadores de las empresas extractivas no
tengan verdadera voluntad de romper con los patrones que los
explotan, que los compañeros campesinos solo quieran títulos
individuales y no plantear la agro-ecología y la discusión del
territorio, que Guardianes del Iberá no sea una verdadera
organización social de base ecologista, que seamos locos, políticos,
falsos ambientalistas, brutos, no serios, terroristas, ególatras,
mercenarios etc., etc.
Y
ahí denostados, siendo los “pobladores”
solo
los que van de la mano de algunas iglesias y punteros políticos,
“ecologistas”
los que van de la mano de Tompkins y fundaciones “serias”,
“trabajadores”
los
que van de la mano de sus patrones o burócratas sindicales,
“profesionales
técnicos”
los que van de la mano de la neutralidad ante los conflictos o de las
investigaciones pagadas por las corporaciones. Allí en ese lugar que
nos colocan, nos espera o la anulación o la represión. Así es como
en los últimos meses ante la más mínima acción pública, la
policía provincial nos ha respirado más que nunca en la nuca,
forzando detenciones y aprietes explícitos.
Pero
así, solos, sólitos, nos sentimos más que cómodos donde estamos,
desde el pie contra todos los poderosos. Y aunque nos quieran borrar
hasta el nombre y que el espejo nos dé una imagen de nosotros que no
es la nuestra, aunque nos detengan y nos lleven sin siquiera el honor
de saber porqué, aunque nos amenacen y golpeen a la vuelta de la
esquina, aunque nos quieran seguir matando con el envenenamiento
silencioso de los agro-tóxicos o nos quieran desposeer poniendo
reglas y límites a la vida libre y ancestral en el Estero,
seguiremos adelante !Siempre¡
Por
todo esto los necesitamos en Corrientes, para abriles el abrazo
fraternal de ser compañeros que sabemos que con otros nombres están
en la misma situación en todo el país, para que fraternalmente nos
ayuden a ver nuestros errores y complicemente volvamos a reír de
quienes nos quieren dominar.
Por
ello los invitamos a hacer el esfuerzo de llegarse hasta estos lados
y ya somos felices con todos los compañeros que nos han respondido.
¡ENCONTRARSE
Y ASAMBLEAR SIGUE SIENDO UN TRIUNFO!
--
Equipo de Prensa y Difusión
"Salvemos
al Iberá"
Organización
Ecologista Guardianes del Iberá
Cel: 0379 15 4 057723
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